Quiero ver si me miras como antaño,
si descubro en tus ojos la caricia
que encendía mi piel con la delicia
de un amor que hoy parece solo un daño.
Quiero ver si al nombrarte me haces daño,
si tu voz es un eco que me asfixia,
o si aún en la sombra de la aristas
se conserva el fulgor de aquel engaño.
Quiero ver si el olvido me convence,
si tu ausencia es un golpe sin heridas
o si es marca que el tiempo no deshace.
Pero temo que el alma no dispense
las memorias de tantas despedidas,
y en tu adiós aún mi pena se desplace.