Brotan como flores en la tierra is… alma de colores, espíritu en vuelo… muxes que danzan con gracia serena… tejedoras de mundos, guardianas de… En sus manos late la savia y la hi…
En tierras de Bolívar, un tirano… Con puño de hierro y sonrisa de pa… Maduro, el aprendiz de dictador, Un Stalin tropical, un déspota fr… Donde antes floreció la democracia…
Al ocaso del año, se alza mi plega… como un río de estrellas que ascie… A mis dos tiernos soles, mi ofrend… les dedico estos versos: su luz al… A ti, primogénito, faro que ilumin…
Padre, gracias por las veces que m… Rescatado y protegido del daño. Tu mano siempre ha estado ahí para… Y tu amor me ha sostenido a través… Cuando el peligro se acercaba, tú…
En un bosque frondoso, un día, una Zorra astuta se encontró, con un viejo Reloj, que en la vía, perdido estaba, y que nadie lo vio… “¿Qué haces aquí, viejo artefacto,
Eres el sol que disipa mi sombra, la brisa suave que calma mi ser, cuando te acercas, todo se transfo… me haces más fuerte, me enseñas a… Tus manos tejen mi luz en la oscur…
No es huida, sino un paso al costa… un alejarse para mejor observar, desde la distancia, la batalla en… la opresión que intenta, sin cesar… El silencio, un eco de la voz que…
I. Romance a mi isla Llevo tu sol, tu mar, tu tierra am… en las venas del alma y del latido… tu cielo azul de encanto suspendid… y el beso eterno de tu brisa alada…
El primer amor, como una rosa en p… Tan dulce y tierno, tan lleno de p… Una chispa de emoción que enciende… De los corazones jóvenes, ansiosos… Es como un sueño que se hace reali…
En un sótano oscuro, bajo escombro… se esconde el infinito en un insta… un punto que contiene lo distante, y abarca del universo los asombros… El Aleph, puerta a mundos y a pen…
Tú mi fruta madura, mi luz y mi ternura, aquel beso anhelado, Y aquel sueño adorado. En tus ojos, la ternura,
Amarla es un laberinto, un susurro en la sombra, un café frío en la mañana, un silencio que pesa. Sus ojos, dos océanos,
El amor es un fuego que no avisa, un animal que acecha en la penumbr… con garras invisibles que derrumba y en la piel deja huella que etern… Se esconde en los rincones del sen…
En Esparta, tierra de guerreros, la crianza era cosa seria. Los niños, desde pequeños, vivían una vida austera. “¡A entrenar!”, gritaba el padre,
Ardiente llama que en mi pecho enc… voraz incendio que mi ser devora, ¿hasta cuándo, cruel, mi vida impl… alivio a los tormentos que me vend… Tu desdén, cual glacial ventisca,…