Soneto del delirio infinito
Soy sombra de un viento que nunca ha soplado,
la risa que explota sin boca ni dientes,
un reloj que da vueltas, sin horas presentes,
y un grito sin lengua que vive atrapado.
Mis manos dibujan un pájaro cuadrado,
mi mente es un tren que descarrila en puentes,
y en mis ojos se agitan mil serpientes,
mordiéndole al cielo su azul desquiciado.
Persigo a la nada y me río de todo,
soy dios y basura, soy rey y mendigo,
el mundo se quiebra si pienso en su modo.
¿Qué importa la forma si ya no la sigo?
Soy loco en un círculo sin fin ni acomodo,
danzando al abismo que siempre es conmigo.
