Silencio del Alma
Poesía Ascetica
Desnuda el alma busca la montaña,
allí donde el silencio es un altar,
los vientos susurrantes, sin cesar,
le cantan a la calma que acompaña.
Se pierde en la penumbra que no daña,
la sombra es luz que invita a meditar,
la piedra, firme senda hacia el lugar
donde el espíritu la paz alcanza.
No ansía más que el paso sosegado,
la brisa como guía en el sendero,
el mundo como polvo ya olvidado.
Renuncia el corazón al vano anhelo,
y en la quietud se eleva, liberado,
al reino sin confines, puro y pleno.
