Como potro sin domar, siempre de un lado para otro, sin rumbo fijo, sin parar, buscando algo que no encuentro. El mundo es un laberinto,
La esperanza reverdece, en tu magi… como un jardín en flor, que despie… Tu mirada encantadora, un hechizo… y en tu sonrisa, la esperanza, nue… Tus palabras, como semillas, que g…
La alegría pisa fuerte con pasión, Ansias de tenerse, como en la canc… Como en las letras, tal cual, es l… El deseo ya es total, una tentació… La alegría pisa fuerte con pasión,
Oh, Amazonas, rey de los ríos, Que surcas la tierra con majestad, De norte a sur, de este a oeste, Tu curso recorre, inmenso y sereno… Tu nacimiento, en las alturas,
Oh patria, luz dorada de mi aurora… mi sangre en tus raíces su fervor… Tu aliento es brisa sacra que arom… y en tu materna entraña renazco y… Eres la voz del río que canta entr…
La bóveda celeste, de ónice conste… se curva en su silencio cual místi… Oráculos del viento susurran en ca… y el éter se estremece en hálitos… Columnas de alabastro, los pinos s…
La poesía se sabe: palabra que res… que al nombrarse se oye, que al ca… Es lámpara encendida, ceniza que d… espíritu que danza tras la carne y… No es eco de la vida: la vida es s…
Entre azaleas y peonzas despierta mi poesía, cual brisa campesina, en el prado donde la vida acierta a tejer sueños con luz matutina. Danzan las hojas al son del rocío,
El viento susurra secretos al río, la luna se esconde detrás del abis… Sueños dispersos se pierden al alb… y cada paso parece extraviado. Los días se miden en sombras y eco…
Mi alma va errante, sujeta a mil q… errante en los vientos de sombras… cargada de sueños, de luchas verda… de amores que arden y mueren sin p… Caminos sin rumbo se abren como fi…
Más preguntas que respuestas, un e… Un laberinto sin salida, donde el… Cada paso trae nuevas dudas, un ca… Dejando el corazón confuso, el esp… Como un eco en la penumbra, resuen…
Desde la cima de la ciudad abandon… donde las ruinas se encuentran con… miro hacia abajo y veo la historia… un laberinto de piedras y recuerdo… La ciudad está vacía, pero no sile…
Bebelo corría por el monte seco, dejando atrás las huellas de su infancia. El sol, inmenso, caía sobre la caatinga como una bendición y un castigo. Su madre le había dicho que la alegrí...
En este vasto mundo de quimeras, Donde la realidad se torna sueño, Luchan los hombres con ardor y emp… Buscando en la ilusión sus primave… Cual hidalgos que en brazos de la…
Canta el agua su aventura, danza en piedras y en calzada, su risa, libre y alada, despierta la tierra oscura. Bajo el cielo, la espesura