Maduro, un dictador, Montado en el lomo de un tigre fer… No puede caerse, pues si lo hicier… El tigre hambriento lo devoraría. Ese tigre, tan temible y cruel,

Al compás del dos por cuatro, en la pista brillan y saltan, famosos del tango en escena, con historias que no se cuentan. Don Carlos Gardel, el morocho,

Ah, la belleza del mar, un tesoro… Donde el horizonte se funde con el… Las olas danzan al compás del vien… Cautivando corazones con su encant… Sus aguas se extienden en un infin…

Tu frágil forma, hoja ya caída, Tomo por bella flor, un bello ador… Tu aspecto mustio, tu color descor… Como diamante pulido, mi mente ado… En tu caída, encuentro un suave vu…

En mis montañas, un perfume altivo… Aroma intenso que embriaga el alma… Naturaleza indómita y festiva, Donde el silencio es una dulce cal… Los pinos erguidos, cual centinela…

Amor, te llamo, pero no contestas, te escondes entre rosas marchitas, en promesas susurradas al viento, en corazones que laten sin aliento… Eres un juego de cartas marcadas,

En el silbido del viento, donde las sombras danzan, las hojas cuentan secretos, cantares de la mañana. El río, espejo de estrellas,

Susurros de seda y algodón, tejen un idioma sin voz. Pétalos que se entrelazan, narrando una historia de amor. Cada flor es una palabra,

En la llama del silencio, donde el viento grita su furia, las sombras danzan con furia, y la tierra se quiebra en clamor. Soy el eco de mil voces,

Oh, Real Academia, ¿qué habéis he… Amputando el alfabeto con desdén, La che y la elle, tesoros de antañ… Borradas del mapa sin un porqué. Chillar y llamar, huérfanos sonoro…