Pueblo mío, alza la voz,
en la brisa suena el clamor,
cada paso, un nuevo adiós,
pero también, un nuevo amor.
Lucha y canta, sin temor,
que la vida es un sendero,
donde el dolor se vuelve flor,
y el futuro, un gran lucero.
Las estrellas brillan en la noche,
cada lágrima, un río en calma,
en la tormenta, el dulce brote
de la esperanza que nos embalsama.
Canta y lucha, con fervor,
pueblo mío, no te rindas,
en tu pecho arde el valor,
la unidad es fuerza que no se apaga.
Juntos, tejemos el destino,
con hilos de sueños y anhelos,
la lucha es dura, pero divino
es el canto que eleva los cielos.
Y en cada paso firme,
en cada nota de tu canción,
pueblo mío, la vida se asirme
en la esperanza, en la unión.