Poesía, refugio del alma
La poesía es el aire tibio
que atraviesa la tarde callada,
es la brisa que besa el recuerdo
y en la sombra deja su estampa.
Es un oasis de tiempo inmóvil,
un rincón donde habita el ayer,
donde el niño que fui me espera
y me invita de nuevo a correr.
Es la luz que en el alma titila,
el susurro de un sueño olvidado,
el murmullo que en noches tranquilas
nos regresa a un cielo estrellado.
La poesía es esa ventana
que se abre en el pecho dormido,
un latido que nunca se acaba,
un refugio que nunca se ha ido.
La poesía es también
La poesía es también
esa bocanada de aire
que se cuela entre los días,
un susurro en el viento
que nos llama por nuestro nombre.
Es un oasis de tiempo,
un instante suspendido
en la bruma de los recuerdos,
un rincón secreto
donde la infancia aún respira
y los sueños no conocen el olvido.
En ella somos quienes somos,
sin máscaras, sin prisas,
solo la voz desnuda
buscando su eco
en el alma del mundo.
