Plétora de Vida
Hay un exceso, una plétora de vida
en cada roca, hoja, espiral y susurro.
Escucho el latido que me llama,
que exige ser cantado, celebrado.
Las sombras cuentan historias milenarias,
los colores brotan con fuerza delirante,
el silencio está preñado de significado,
aguardando que mi pluma lo desentierre.
Cada átomo palpita, arde con sed de ser,
anhelando que lo nombre, que lo eleve.
Hay tal desborde de existencia en lo real,
que mi tinta se esfuerza por contenerlo.
Todo objeto, cada instante clama ser poema,
exige que los libere de lo efímero.
Escribo porque no puedo acallar este exceso,
esta exuberancia de vida que me abruma.
Las cosas no cesan de hablarnos, de revelarnos
su misterio, de provocar mi asombro. Así,
doy cauce a este caudal de ser con mi palabra,
para que el poema sea espejo de lo vivo.
