Pétalos del Cerezo
Bajo el cielo dormido, un lienzo de alabastro,
se alzan tus ramas, brazos frágiles de un canto,
donde el tiempo murmura en pétalos de seda,
y el viento roba un beso, susurrando su plegaria.
Eres fuego de nieve, un instante suspendido,
que danza en los suspiros de un abril rendido.
Tu aroma, un eco tenue de lo eterno y lo efímero,
como un río cristalino que se pierde en lo infinito.
Lágrimas de luz, bordadas en el aire,
caen dulces como la lluvia en su ensueño de madre.
Cada flor es un latido, un aliento que se disipa,
como un verso que se pierde entre labios que suspiran.
Cerezo en flor, testigo de amores callados,
de pasos solitarios, de silencios mojados.
Tu belleza es herida, destino que condena,
floreces tan sublime, mas tu fin ya se despliega.
Y cuando el sol se apague en el último susurro,
quedarán tus pétalos, polvo eterno del murmullo.
Un suspiro serás, en la danza de lo eterno,
cerezo en flor, memoria viva del universo tierno.
