Oh, qué bello deseo, la Paz interior,
un anhelo que calma el corazón,
donde habita sereno el ser en acción,
un refugio de calma y resplandor.
La Paz, dulce musa, guía y tutora,
nos envuelve con su manto de armonía,
nos susurra al oído melodía,
y nos libera de toda amargura.
En su abrazo cálido encontramos calma,
la mente en quietud, el alma en reposo,
un oasis en medio de la turbulencia.
La Paz interior, tesoro sin precio,
un regalo que vive en cada paso,
un faro que ilumina nuestra existencia.
Que nunca se apague este fuego sagrado,
que brille en nuestro ser con luz eterna,
la Paz interior, la senda más amada.
Permite que tu espíritu se eleve,
en las alas de la serenidad,
y descubre en ti la Paz que tanto anhelas.
Que en cada latido de tu ser,
la Paz interior sea tu guía fiel,
y en armonía, el mundo podrás ver.