Pasión y Alma
Donde el alma viva, vive esa pasión perseguida,
esa llama interna que nunca se apaga.
Es una búsqueda constante, una misión decidida,
una fuerza que impulsa y que no se amarga.
En el corazón palpita ese deseo ferviente,
esa sed insaciable de encontrar el sentido.
La pasión es brújula, guía siempre presente,
que orienta el rumbo en el camino recorrido.
No importan los obstáculos ni las tempestades,
el alma apasionada no se deja vencer.
Persigue sus sueños, abraza sus verdades,
y en cada paso se reafirma en su ser.
La vida es un lienzo donde plasma su anhelo,
un escenario donde danza su ilusión.
Con cada pincelada, con cada movimiento,
el alma apasionada expresa su canción.
Esa pasión es fuego que todo lo consume,
pero también es luz que ilumina el andar.
Es motor incansable que siempre resume
la esencia más pura del vivir y el amar.
Donde el alma viva, allí estará la pasión,
como eterna compañera, como fiel aliada.
Pues sin ella, la existencia pierde su razón,
y se marchita en una sombra desolada.
Así que abraza tu pasión, déjala fluir,
permítele ser la brújula de tu destino.
Que en cada latido se haga siempre sentir,
y sea la fuerza que impulse tu camino.
