Padre, a veces
oro con incertidumbre y dudas,
buscando tu luz en las tinieblas.
Mi fe vacila,
como una vela azotada por el viento,
amenazando con extinguirse.
Pero en medio de mi debilidad,
tu amor permanece firme,
un faro en la tormenta.
Me aferraré a tu mano,
aunque mis dudas persistan,
confiando en que me guiarás.
Padre, sé que estás conmigo,
incluso en mis momentos de incertidumbre,
y que tu amor incondicional
me sostendrá hasta el final.