He caminado por calles desiertas,
escuchando el eco de pasos que no son tuyos.
He mirado al cielo buscando respuestas,
pero siempre termino en el mismo lugar.
No puedo olvidarte.
Quemé tus cartas en la hoguera del tiempo,
dejé que el viento llevara tu nombre lejos.
Enterré tus recuerdos bajo mil inviernos,
pero tu sombra sigue aquí.
No puedo olvidarte.
El amanecer me encuentra en la orilla,
esperando un sol que borre tu rastro.
Pero incluso en la luz más pura,
sigues siendo la sombra que no se apaga.
No puedo olvidarte.