Nido de Amores
En este edén de encantos naturales,
Donde el verdor se viste de mil matices,
Aquí te espero, mi amada sin iguales,
Rodeada de la gracia de los madriles.
Los céfiros que acarician tu semblante
Susurran canciones de amor eterno.
Los arroyos murmuran tu nombre amante,
Mientras las flores te rinden culto tierno.
Las aves alzan su trino más sonoro
Para recibir con júbilo tu arribo.
Los árboles, cual gentiles servidores,
Inclínan sus copas en gesto expresivo.
Aquí, en este edénico vergel radiante,
Do la belleza en su cenit se expresa,
Ven a hospedar tu presencia deslumbrante
Y que tu gracia este paraje embelesa.
Que tus ojos, cual luceros centelleantes,
Iluminen con su brillo este paisaje.
Y que tu sonrisa, cual alba refulgente,
Riegue de luz este bucólicoaje.
Ven, amada mía, a este nido de amores,
Donde la Naturaleza es tu fiel testigo.
Que tu belleza y tus divinos favores
Hagan de este Edén tu eterno abrigo.
