En los mares bravíos navego sin temor,
mi barco es mi reino, mi bandera el valor,
con el viento a mi espalda y el mar como hogar,
soy el pirata intrépido que no conoce el pesar.
En las noches estrelladas, mi alma se despierta,
el rugido del océano es mi música abierta,
con la luna como guía y las estrellas como faro,
navego hacia horizontes lejanos, sin reparo.
En cada puerto que toco, dejo mi huella marcada,
soy el corsario audaz, la leyenda forjada,
con la espada en mano y el corazón en llamas,
desafío al destino y a todas sus tramas.
En cada tesoro encontrado, veo más que riqueza,
la libertad es mi tesoro, mi mayor fortaleza,
en cada amanecer, en cada atardecer dorado,
soy el pirata valiente, en busca de lo anhelado.
En los mares infinitos, mi espíritu se eleva,
soy el pirata indomable, la leyenda que se lleva,
con el alma enardecida y la pasión como brújula,
navego hacia la eternidad, en busca de