Dios es mi luz en la noche callada,
mi escudo en la guerra, mi senda dorada.
Su voz es el alba que ahuyenta el temor,
su amor es el río que apaga el dolor.
Es roca inmortal, fortaleza eterna,
refugio que calma tormenta y tiniebla.
En Él mi confianza, en Él mi esperanza,
mi alma en sus manos descansa y avanza.
Si el mundo se quiebra, si el viento me azota,
su gracia me cubre, su paz me soporta.
Dios es mi salvación, mi gloria, mi vida,
su amor es la llama que nunca se extinga.