Me hubiera gustado conocer a Jesucristo
Me hubiera gustado conocer a Jesucristo,
sentarme a su lado, mirarle de cerca,
ver en sus pupilas un fuego distinto,
sentir su palabra tan honda y tan cierta.
Me hubiera gustado cruzar por su senda,
pisar con su paso la tierra sagrada,
oír de sus labios la voz que trascienda
el tiempo y la duda, la herida y la espada.
No al Cristo en los templos de oro y incienso,
ni al Rey de los cielos en tronos de altura,
sino al hombre errante de paso intenso,
al hijo del viento, al agua más pura.
Quisiera haber sido su amigo en la sombra,
haberle entendido sin miedo ni gloria,
saber si su risa temblaba en la alfombra
del mundo olvidado, de injusta memoria.
No sé si los hombres le han hecho de mármol,
si es mito o si es sangre, si es sueño o verdad,
pero en mi alma arde el ansia de hallarlo,
de oír su palabra, de amar su bondad.
