Los antiguos griegos reconocían diez tipos de amor distintos, cada uno con su propio significado y matiz emocional. Estos incluyen el amor “Éros,” caracterizado por la pasión y el deseo físico; “Philia,” que representa el afecto profundo entre amigos; y “Storgé,” el amor familiar y la lealtad entre miembros de la familia. “Ágape” se refiere a un amor altruista e incondicional, similar al amor universal o espiritual. Además, está “Ludus,” el amor juguetón y sin compromiso; “Pragma,” un amor maduro y duradero que crece con el tiempo; y “Philautia,” el amor propio y la autoaceptación. Otros tipos menos conocidos incluyen “Xenia,” la hospitalidad y bondad hacia los extraños; “Manía,” un amor obsesivo y desequilibrado; y “Anteros,” el amor correspondido o el deseo de ser amado de la misma manera. Cada uno de estos amores muestra la complejidad de las relaciones y emociones humanas según la filosofía griega, brindando una comprensión más rica y matizada de cómo experimentamos y expresamos el amor.