Diez formas de amar nos dieron antaño,
los dioses en su Olimpo celestial,
amores que resuenan como un canto,
y en cada corazón dejan su caudal.
Eros ardiente, pasión desbordada,
como el fuego que nunca ha de ceder,
Philia, la amistad pura y sagrada,
que une las almas con su fiel poder.
Ágape, amor divino y generoso,
sin buscar nada, todo puede dar,
Ludus, el juego alegre y caprichoso,
que en risas y en miradas va a danzar.
Pragma, el amor que en tiempo se madura,
la calma que sostiene el corazón,
y Mania, que en su loca aventura,
lleva al amante a la desesperación.
Storge, el amor tierno y apacible,
familiar, como abrazo maternal,
y Filautía, el amor invencible,
de quererse a uno mismo en paz total.
Diez amores que el alma nos despiertan,
y en cada uno un mundo se revela,
son los hilos que en la vida entrelazan,
y forman del amor su eterna tela.