Los cinco laberintos
En el primer laberinto,
se oyen pasos perdidos,
susurros de un tiempo helado,
bajo un cielo que no responde,
donde el eco se vuelve sombra.
El segundo laberinto,
un mar de espejos rotos,
reflejos de rostros olvidados,
cada mirada, una historia,
cada historia, un suspiro.
En el tercero, el silencio
se adensa como niebla,
y las voces se desvanecen,
como hojas en un otoño,
susurrando secretos antiguos.
El cuarto laberinto,
un jardín en penumbra,
flores de una primavera lejana,
sus pétalos acarician el viento,
como memorias de lo que fue.
Y en el quinto, el horizonte,
un instante suspendido,
donde el futuro se asoma tímido,
y las esperanzas brotan
como estrellas en la noche.
