Al leer tus letras, Luis amigo,
Mis ojos se llenan de rocío.
Emocionada y agradecida,
Tus palabras son mi abrigo.
Alegría invade mi ser,
Como el sol en el ocaso.
Mis letras llegaron a tu alma,
Como río que encuentra su cauce.
Tu poesía, faro en la niebla,
Inspira mi sendero.
Y ahora lloro de felicidad,
Por este lazo sincero.
Gracias por ser voz,
En el eco de mis sentimientos.
Nuestra amistad, árbol frondoso,
En un diálogo sin tiempos.
Sigo tu camino, Luis,
Cruzando mares con mis rimas.
Tú, brújula y estrella,
Hoy mi corazón a ti se inclina.