Joyas del Vergel!
Fruta, dádiva generosa de la tierra,
Manjar que el árbol ofrece al peregrino;
Tú eres la recompensa que se encierra
En el ciclo vital, eterno y divino.
Fruta, redondeada y bella, piel sedosa,
Cuna de jugos que saben a ambrosía;
Eres la más excelsa y portentosa
Ofrenda que la Naturaleza envía.
Fruta, deslumbrante joya del vergel,
Que atraes con tu fragancia y tu color;
Eres la tentación, el sueño fiel
Que despierta el apetito y el amor.
Fruta, esencia de la vida y la abundancia,
Que nutres y alegras al que te consume;
Eres el don más preciado, la constancia
De un mundo que sin ti se desangrume.
Fruta, tú eres la bondad hecha materia,
La dulzura que a los sentidos embelesa;
Eres la maravilla que da gloria y hace seria
La tarea cotidiana con tu bella realeza.
Fruta, tú eres la risa de la tierra,
El gozo que el verano nos regala;
Eres la ofrenda que el Creador encierra
En cada semilla que el árbol exhala.
Fruta, dádiva generosa y excelente,
Que llegas a nosotros como un milagro;
¡Tú eres la bendición que Dios clemente
Derrama sobre el mundo en su don magro.
