Háblame, Dios poderoso!
Háblame, Dios poderoso, en esta oscura noche,
Cuando el alma se envuelve en sombras de temor.
Alza tu voz imponente, que resuene en mi corazón,
Y disipe la duda que nubla mi interior.
Háblame con la fuerza de tu aliento creador,
Que modeló los cielos y plasmó la tierra entera.
Susurra a mi oído palabras de eterno amor,
Que enciendan en mi ser la fe que ya flaquea.
Háblame con la sabiduría de tu infinito saber,
Que guía los destinos y sostiene la existencia.
Revela a mi ignorancia el sendero a recorrer,
Y alumbra con tu luz mi frágil conciencia.
Háblame, Dios omnipotente, con tu voz de majestad,
Que retumba en los cielos y estremece la creación.
Que mi alma se estremezca ante tu divinidad
Y encuentre en tu palabra la fuerza y la razón.
Háblame, Padre eterno, en esta hora de zozobra,
Cuando el mundo se agita y la vida se oscurece.
Que tu voz de consuelo y de fortaleza me cobija,
Y mi espíritu débil tu grandeza reconoce.
Háblame, Dios supremo, y escucharé tu voz,
Que ilumina la senda y guía mis pasos inciertos.
Que tu palabra eterna me alce hasta tu trono,
Y me entregue la paz que sólo Tú puedes darme, Dios!
