Dulce y jugosa, de pulpa carnosa,
Tu aroma me seduce, tu sabor me goza.
Fruta apetitosa, que me hace agua la boca,
Tu zumo refrescante, mi sed provoca.
Tu piel aterciopelada, un tesoro escondido,
Protege un interior de placer exquisito.
Cada mordisco es un éxtasis sin igual,
Un manjar que deleita, un placer celestial.
De colores vibrantes, una obra maestra,
Tu presencia en mi mesa, una fiesta.
Fruta tentadora, mi antojo más ardiente,
Tu dulzura es un bálsamo, un deleite para mi mente.
En verano o en invierno, eres mi fiel amiga,
Tu sabor me reconforta, mi alma se alegra.
Fruta carnosa, mi pasión, mi amor,
Cada vez que te pruebo, vuelvo a renacer.