El alba entre banderas va naciendo,
retumban los tambores en la plaza,
el aire huele a fiesta, y va tejiendo
un sueño de alegría que no pasa.
Se llena la alameda de colores,
los niños van gritando su derroche,
y el son de las guitarras y tambores
despierta con su canto a media noche.
Las luces se despliegan por el cielo,
faroles que destellan con anhelo,
el vino y la risa alzan su vuelo,
y el pueblo es un volcán de puro anhelo.
Si el alma busca un sueño verdadero,
en feria de mi tierra lo requiero.