Entre sus brotes, la amapola Nos da la venidera estación, Alfombra roja que tapiza el suelo, Un espectáculo de admiración. Sus pétalos, cual seda carmesí,

Eres la pausa que calma mis tormen… el suspiro entre la risa y el sile… la certeza que arrulla mis noches y el latido que marca mi camino. Tu piel es refugio,

¡Qué terco el olvido! como un río que se niega a fluir, se aferra a las piedras de la memo… con sus aguas estancadas, guardando ecos de risas y suspiros…

Apura tus amores, que ya en la noc… como la sombra que se alarga y cre… El tiempo pasa, y no perdona nada, y el amor, si no se cuida, se desl… Apura tus besos, que son dulces co…

Entre el oro de la mies, donde el trigo danza con gracia, y el oro de la hoja seca, que el otoño pinta con audacia, nunca se atrevió a escoger,

Ese anillo que me diste, Lo tengo muy guardado, Al dedo le queda flojo, Y al corazón apretado. Tus palabras como el viento,

Padre nuestro que estás en la tier… en el canto del río y el viento, en la piel curtida del campo y en el susurro del aliento. Santificado sea el trabajo

Podrán robar tus días, el sol y su fulgor, pero tus noches son mías, un tesoro que guardo con amor. En la oscuridad de la noche,

Anoche no dormí, tu ausencia me at… Tus besos me tuvieron esperando, e… El sueño huyó de mí, tus labios an… Mientras la noche pasaba, mi coraz… El silencio me envolvió, tu voz añ…

Alas abiertas sobre el lienzo azul… Bandadas oteando el horizonte, Remos de plumas que buscan la luz, Inspirando el espíritu que afronte… Surcan los cielos, sin pausa ni fi…

En el campo, entre el verde, donde el trébol se despierta, la mañana se concierta con la brisa que se pierde. El rocío nunca muerde,

Tus labios, fruta anhelada, Tiernos, cual damasco enmielado. Mi boca, cual abeja sedienta, Te besa, ansiosa y embriagada. Los pétalos de tu piel se deshojan…