Te libero, ave errante, Para que surques otros cielos, Que tu vuelo sea vibrante, Y alcances tus nuevos anhelos. Que tu camino sea estrella,
Amalaya al viento cruel de desmemo… que borra las huellas de nuestra h… Es un ladrón silencioso, un vil op… que arrasa con el tiempo y con el… Cada risa, cada lágrima, cada abra…
Recorro el mapa de tu cuerpo, con mis dedos como guía, explorando cada rincón, sintiendo cada latido. Empiezo por tus labios,
En mis sueños te diviso, tu mirada me cautiva, y mi alma que a ti se aviva siente un gozo sin preciso. Anhelo tu rostro liso
Abajo en esta tierra, entre el ver… Los ojos buscan flores, el poeta e… El paisaje nostalgia hace brotar, Un anhelo de tiempos que ya no son… La brisa entre las hojas susurra a…
Madrecita querida, sombra suave y… como luna escondida en la noche es… tus manos son refugio, tu voz, dul… y en tu pecho yo encuentro tibia c… Madrecita del alma, siempre estás…
Soy río que fluye hacia el silenci… una partícula de luz abrazando lo… Te busco en la brisa que acaricia… en el murmullo suave que danza ent… Somos más que cuerpo,
El pasado, un pedrusco que lastima… Atado a mi pie, me impide avanzar. Sus recuerdos erosionan, lastiman, Impidiéndome vivir y disfrutar. Quisiera quitármelo, dejarlo atrás…
(Verso 1) La luna me engañó aquella noche en… pensé que sus destellos eran puros… Bajo su brillo, creí perdido mi co… pero fue solo un sueño, una ilusió…
En un rincón del alma, silencioso… donde el amor se esconde, tímido y… se alza el suspiro eterno del jove… que sueña con la dicha, que clama… En la penumbra vaga de un jardín e…
Cual luna sobre mar, inquieta, frá… Mi mente errante, lumbre sin sosie… Navega entre las olas del instante… Buscando un puerto donde hallar su… Como un reflejo en aguas del abism…
Me he alejado tanto de mí mismo que en mi sombra ya no me reconozc… soy un eco que se apaga y, a su ve… el silencio que, al nombrarme, des… He seguido caminos sin destino,
No hay cosa más enfadosa que un amigo preguntón. Dijérase que es razón, pero es carga pesarosa. Siempre pregunta ociosa
Tu mirada, un fuego ardiente, Que abrasa mi alma con ardor. Dos relámpagos rojos, fulgentes, Roban mi paz, llenan de amor. Tus ojos, un incendio que quema,
La luna serena se asoma al balcón, susurra en el son de una noche amena. La brisa se apena,