Eres el canto que nace en silencio,
melodía suave en la aurora,
como un susurro eterno,
que en mi pecho siempre mora.
Eres las notas dispersas,
que el viento lleva y trae,
y en cada paso que doy,
tu eco nunca se deshace.
Eres mi risa y mis lágrimas,
mi esperanza y mi guarida,
la música que me envuelve,
canto y melodía de mi vida.
Con cada latido te escucho,
en cada suspiro te encuentro,
y aunque el tiempo nos cambie,
serás mi canción y mi centro.