En la poesía, no se cuenta lo que se dice,
sino lo que existe.
El silencio, el vacío, la ausencia,
el dolor, la alegría, la esperanza.
Lo que se ve y lo que no se ve,
lo que se siente y lo que no se siente.
Todo está en la poesía,
si sabemos leerla.
La poesía es un espejo,
que nos refleja lo que somos.
Un espejo que nos muestra
nuestros sueños y nuestras pesadillas.
La poesía es un bálsamo,
que cura nuestras heridas.
Un bálsamo que nos da consuelo
en los momentos difíciles.
La poesía es un faro,
que nos ilumina el camino.
Un faro que nos guía
hacia la verdad.
En la poesía, no se cuenta lo que se dice,
sino lo que existe.
Y lo que existe es todo.