El fuego es agua que nunca se apaga,
es hielo ardiente que el alma embriaga.
Es vida que mata y muerte que crea,
es cárcel abierta que no tiene idea.
El viento lo prende, el viento lo ahoga,
es llama dormida que nunca se apoya.
Es hijo del trueno, hermano del río,
un grito en la niebla, un eco vacío.
El fuego es la noche vestida de día,
es luz que oscurece la melancolía.
Es frío abrasante que envuelve al olvido,
es calma violenta que nunca ha partido.
El fuego no quema, pero deja ardiendo,
es dueño del tiempo que sigue corriendo.
Es muerte viviente, es vida que muere,
es todo y es nada... y nadie lo quiere.