Me hallé perdido en tu fulgor,
el tiempo se rompió sobre tu rostro,
y entre sombras murmura mi sollozo,
guardando el eco de un viejo amor.
Un rincón busco en la esperanza,
donde el alma se ancle y no se pierda.
La memoria que duerme nunca ceda,
a su abrazo me rindo, en confianza.
¿Es un abismo o un sueño mi lugar?
Faros ocultan su fulgor eterno,
y entre dudas, se asoma un paso tierno,
que entre luces me quiere rescatar.