En el eco de tu voz, quise hallar algún consuelo, pero solo oí susurros que vagaban en el viento. Y al latir junto a tu pecho,
Huye el instante en sombras dilata… lo miro en las arenas desveladas. Siento en mis venas brisas olvidad… ecos de auroras ya desdibujadas. Cuelgan las horas, penden las mira…
Lo fatal, lo inexorable, lo cierto lo que no tiene fin, ni principio… ni término, ni comienzo, ni descan… lo que no cesa, lo que no se detie… Es como el viento que va, que vien…
A Juan Antonio Alix, poeta, del Cibao, voz tan querida, en tus versos, la vida se pinta clara y completa. Tu pluma, siempre discreta,
Te escribo desde el abismo de un s… desde un rincón donde la palabra t… y el alma se desgarra en su propia… No busco redención ni clemencia, solo quiero que esta hoja lleve mi…
Las manos labran la tierra, pero es el sudor quien canta, y la espalda se vuelve monte, cargando el sol que arde. Los ojos son caminos,
Ángel caído, espejo roto del hombre, siente aún el cosquilleo de sus alas amputadas, un eco de lo que fue,
Blanca y leve florecilla, orgullo de la quebrada, eres la más bella y pura, del jardín la más preciada. Tu perfume embriaga el aire,
Del silencio nace el abismo, un eco dormido en la penumbra, un susurro que no despierta pero se agita en el aire inmóvil. Es allí, en ese vacío tembloroso,
Tierra fértil y bendecida Eres madre de la vida En tus campos se respira La esencia de la alegría Con tu suelo generoso
En el silencio de la noche oscura, Mi alma suspira, anhelando tu ardo… Como un eco lejano, sin ventura, Buscando tu calor, mi único amor. En el firmamento, las estrellas gu…
Idilio Campero de Ayer, Un recuerdo que se niega a morir, En mi mente siempre presente, Como un dulce sueño por vivir. En la pradera verde y frondosa,
Suenan las notas de la gaita, resuena el eco en el monte, voz de mujer que despierta, que alza su canto y responde. Rosalía, madre de versos,
Níveo amor de mi embeleso, como nieve, puro y tierno, tu blancura es mi consuelo, mi refugio, mi sosiego eterno. En tus brazos, encuentro paz,
En tu rostro sereno se oculta el i… como un eco silente de un tiempo q… tus ojos son espejos de un sueño q… y en tu piel de marfil, el misteri… La perla en tu oído, colgante deli…