Al abismo del miedo
En el eco de tu voz,
quise hallar algún consuelo,
pero solo oí susurros
que vagaban en el viento.
Y al latir junto a tu pecho,
me entregué sin un lamento,
pues tu pulso revelaba
que en tu ritmo yo me encuentro.
En la sombra de tus pasos,
quise andar sin desaliento,
mas la senda me llevaba
al abismo de mis miedos.
Y entre dudas y esperanzas,
te busqué sin fundamento,
descubriendo que en tus huellas
se perdía mi universo.
