Vuelo libre, sin ataduras, dejando atrás los miedos y temores… Surco el cielo con alas seguras, buscando alcanzar los mayores amor… Tú eres mi cielo, mi aliento, mi g…
He visto la mañana deslizarse sin… como una hoja que flota en agua cl… Todo es luz tenue, una calma extendida sobre la piel… Bajo el cielo limpio, las calles r…
El denso bosque, un testigo sereno… Revive lo que vi justo al amanecer… Susurra historias en sus hojas eté… De una pasión que aún arde sin cae… Recuerda el eco de tus tiernos lam…
El amor no conoce de fronteras, ni espera ser llamado por su nombr… No pide recompensa ni banderas, se enciende sin la luz de un astro… No vive de palabras ni de ruegos,
Cuando la noche cae, se enciende n… piel con piel nos hallamos en ínti… el mundo se disuelve, no queda más… de que este instante eterno trasci… Tus manos son el río que cruza mi…
Por cielo azul, la luna impúdica y… Sonrosada, desnuda, hacia la tierr… Como una reina, el sueño sus pupil… Sus contornos, su nácar, su sonris… Su luz plateada el firmamento inun…
La rutina despierta antes que el sol, susurrando en el silencio de la madrugada. Se cuela en los gestos conocidos: el café hirviendo, el agua fría en el rostro, el camino recorrido sin ...
Antes el aire vibraba en sus vuelo… bandadas inmensas cubrían los días… Alondras cantaban sus dulces anhel… tejían sus cantos en suaves armoní… El cielo era un río de plumas en d…
La poesía es rocío que besa la flo… un fuego sutil que aviva el ardor. Es llave dorada que abre el sentir… un canto del viento que enseña a v… Alumbra el abismo con luces de lun…
A duras penas mi vista alcanza Los versos, pletóricos de encanto. Tras cada sílaba, una danza De letras, un enigma que espanto. Con ellas, vuelvo a leer de nuevo,
Rindo mi vida a ti, mi Señor, para que brille más tu luz, que tus palabras resuenen con vigo… y tus obras se cumplan en mí cruz. Que mis acciones sean un reflejo f…
No te pido que me ames con pasión, Ni que me llenes de besos y deseo. No te pido que seas mi posesión, Ni que me robes el alma con un ges… No te pido que me digas que me qui…
Oh Tes Nehuén, espíritu de fuerza… tu nombre es un latido que el cosm… Eres canto y susurro, tormenta que… la voz que entre raíces y cielos s… Tu esencia es un incendio que al v…
Bajo la luz de un París inquieto, te encontró su mirada voraz, tú, la joven de risa en secreto, él, un genio de sombra y de paz. Tu rostro de líneas tan puras,
En la esquina donde la brisa se enreda con el polvo de la tarde, el jacarandá se ríe a carcajadas violetas. Sus flores caen como travesuras sobre los transeúntes distraídos, tiñendo el ...