Duerme el Malambo a mi lado,
Con su ritmo y su cadencia,
Que en mi pecho han encontrado
Un refugio de dulzura y ciencia.
Sus notas suaves me adormecen,
Sus pasos me llevan a soñar,
Mientras mis lágrimas se vierten,
Y mi corazón se pone a llorar.
Duerme el Malambo conmigo,
Y su danza me vuelve a vivir,
A sentir el peso del pasado,
Y el anhelo del tiempo por venir.
Su zapateo me recuerda,
Las penas que he dejado atrás,
Y en su canto encuentro fuerzas,
Para seguir adelante, sin más.
Duerme el Malambo a mi lado,
Y su música me arrulla en paz,
Mientras sueño con un futuro,
Donde el dolor no tenga compás.