Si mi anhelo es el crimen, culpas tengo,
Mas es precioso y candente mi tormento.
Te amo, pasión que eternamente sostengo,
Un delito que no cesa el lamento.
En cada lágrima tuya, un sentimiento,
En cada beso, un delirio que fermento.
Mi corazón se agita con el viento,
Por ti, mi amor, mi tormento siento.
Penumbra y luz entrelazadas, evoco,
Recuerdos que en mi mente aún resuenan.
Caricias, promesas, susurros que provoco,
Un crimen que jamás podré condenan.
Aunque el precio sea el dolor que me sofoca,
Te amaré siempre, mi eterna devoción.
En este abismo, mi alma se regocija,
Contigo, mi cielo, mi única bendición.