“Cuando muere el amor”
I.
Cuando el amor se marchita,
cual flor que pierde su aroma,
el alma queda en coma,
y el corazón ya no palpita.
La ilusión que antes grita
se apaga como una vela,
y aunque el dolor nos desvela,
el tiempo sana la herida,
dejando el alma curtida,
mas con una gran secuela.
II.
Se desvanece el encanto,
las promesas son cenizas,
y las risas y sonrisas
se transforman en quebranto.
Ya no queda ni el espanto
de aquella pasión febril,
solo un recuerdo sutil
de lo que un día fue fuego,
hoy es un murmullo ciego
en este mundo tan vil.
III.
Los besos se vuelven fríos,
las caricias son distantes,
y aquellos ojos brillantes
hoy son dos lagos vacíos.
Se secan todos los ríos
de ternura y de pasión,
y late el corazón
con un ritmo diferente,
recordando tristemente
lo que fue nuestra canción.
IV.
Cuando el amor ya no existe,
el mundo pierde color,
y aquel dulce resplandor
se torna opaco y triste.
Aunque el alma se resiste
a creer que todo ha muerto,
la verdad sale a lo cierto:
que lo que un día fue gloria,
hoy es solo una memoria
en un corazón desierto.
V.
Mas no todo está perdido
cuando el amor se extingue,
pues el alma se distingue
por renacer del olvido.
Un corazón malherido
puede volver a latir,
y aunque cueste resistir
el dolor de la partida,
hay que apostar por la vida
y volver a sonreír.
