Cruel destino
El destino, implacable y cruel,
nos marca un sendero ineludible,
un camino oscuro, irresistible,
que nos lleva a un final inevitable.
La muerte, sombra que nos persigue,
se cierne sobre nuestra existencia,
una fuerza ciega, sin resistencia,
que nos arrastra a su fría inmensidad.
Y aunque luchemos con denuedo,
contra la fatalidad inmensa,
nuestra lucha es vana, sin defensa,
ante la fuerza del tiempo y el olvido.
El amor, la gloria, la ambición,
todo se desvanece, al final,
en el silencio de la tumba, sin igual,
somos polvo, en la eterna condición.
