Casi una vida plena, casi un sueño hecho realidad,
Casi feliz, con una sonrisa que no acaba de brillar.
Casi casada, con un anillo que no sella un compromiso,
Un amor a medias, un corazón que no se ha comprometido.
Casi madre, con un hijo que no se ha formado,
Un anhelo profundo, un vacío que no se ha llenado.
Casi profesional, con un título que no refleja la pasión,
Un trabajo que no satisface, una aspiración que no se ha cumplido.
Casi, casi, casi todo, pero no del todo,
Una vida a medias, un camino que no ha llegado a su fin.
Un anhelo constante, un vacío que no se llena,
Un corazón que busca más, un alma que no se resigna.
Pero en medio de los casis, hay un destello de esperanza,
Una chispa que se enciende, una posibilidad que se abre.
Porque en la casi plenitud, hay un espacio para el crecimiento,
Para romper las barreras y alcanzar el verdadero gozo.
Abraza los casis, no como un fracaso,
Sino como un trampolín hacia un futuro más brillante.
Busca el amor verdadero, el que te llene el alma,
Y lucha por tus sueños, hasta que se hagan realidad.
Porque una vida plena no es la que está libre de casis,
Sino la que los supera, los abraza y los convierte en peldaños hacia la felicidad.