En el silencio de la noche,
un capullo arde en soledad,
su fuego interno, un faro en la oscuridad,
una llama que busca libertad.
Sus pétalos cerrados, un misterio envuelto,
guardan secretos y sueños ocultos,
un anhelo de florecer, un deseo no resuelto,
un corazón que late con anhelos inconclusos.
Solo y abandonado, se aferra a la esperanza,
de que algún día su belleza sea revelada,
de que su fragancia impregne el aire,
y su luz ilumine la noche estrellada.
Pero las sombras se ciernen, amenazantes,
tratando de apagar su fuego ardiente,
de silenciar su voz, de romper sus esperanzas,
de condenarlo a un eterno tormento.
Mas el capullo resiste, con tenaz tesón,
su espíritu indomable, una fuerza inquebrantable,
lucha contra la adversidad, con determinación,