En mi mente se encienden mil caminos,
sus luces tiemblan, cruzan con desvelo,
y me pierdo en sus giros clandestinos.
El alma busca paz en su desvelo,
mas las palabras brotan como espinas,
y el verso en mí navega sin consuelo.
Soy barco en mares hondos de neblinas,
pero aún en la tormenta hallo sentido,
la poesía es faro en mis esquinas.