Cuando miro tu boca tentadora,
donde el beso crece como una flor,
siento un deseo ardiente que me invade,
y mi corazón late con más fervor.
Tus labios, cual pétalos suaves y rosados,
me susurran secretos de un amor profundo,
y en su contacto, mi ser se estremece,
en un baile apasionado y redondo.
Tu boca, un elixir de dulzura y placer,
que me embriaga con su sabor exquisito,
y en cada beso, mi alma se enciende,
en un fuego que no conoce límite.
Mirar tu boca tentadora, donde el beso crece,
es una invitación a un mundo de sensaciones,
donde el amor y la pasión se fusionan,
en un abrazo que traspasa fronteras y dimensiones.