Placidez ofrece su beso celestial,
cual don virginal, tierno y angelical.
Encanta la existencia con su dulzura,
trayendo bondad en estela segura.
Su toque divino, suave y encantador,
ilumina la vida con divino splendor.
Envuelve el alma en éxtasis sereno,
donde el amor florece y reina apaciblemente.
Misterioso beso, bálsamo del corazón,
tu aliento perfuma con su dulce canción.
Palabras al aire, susurros de amor,
enredados en labios, promesas de fervor.
En tu cálido abrazo, la paz se derrama,
mientras tu beso aleja penas y dramas.
Tu esencia persiste, perfume en el viento,
recordatorio eterno de este amor que siento.