Este poema vanguardista utiliza el concepto de “arpegios” como una metáfora de fragmentación, fluidez y discontinuidad. Las imágenes buscan capturar el ritmo errático y efímero de una composición musical que se descompone y reconstruye en un espacio sin lógica aparente. La estructura refleja la ruptura con el lenguaje lineal, característica del movimiento vanguardista, evocando un viaje sonoro por notas disgregadas y ecos dispersos.