Antes de escribir Tu poema
Antes de escribir tu propio poema,
debes sumergirte en mil versos,
perderte en sus rimas y sus sueños,
dejar que sus ecos se cuelen en tu ser.
Lee la tristeza de un amante perdido,
la alegría de un amanecer dorado,
cada palabra, un susurro de vida,
cada estrofa, un mundo por explorar.
Pero cuando la mente esté llena,
cuando el alma rebose de imágenes,
debes entonces hacer el acto sagrado:
olvidar los mil poemas que te habitaron.
Despojarte de su peso, de su sombra,
dejar que fluyan las palabras nuevas,
como un río que se desata en la llanura,
como un canto fresco en la brisa del alba.
Y así, con el lienzo en blanco ante ti,
nacerá tu voz, única y genuina,
como un pájaro que se lanza al vuelo,
como un faro que brilla en la tormenta.
Escribe, entonces, sin miedo ni cadenas,
pues el arte es un viaje, no un destino,
y en cada palabra, en cada verso,
tu esencia florecerá en el papel.
