Una rosa en la espada yace,
Sutil contraste de amor y guerra.
Fragancia y acero en combate,
La ternura que al dolor se aferra.
El rojo intenso de sus pétalos
Se mezcla con el frío metal,
Dualidad de sueños y anhelos,
En un abrazo casi fatal.
La espada hiere, la rosa sana,
Un duelo eterno en el corazón.
Esperanza que nunca se apaga,
Luz que brilla en la desolación.
Rosa y espada, destino unido,
En el alma un paisaje eterno.
Amor que florece herido,
Belleza que rompe el invierno.