Mi universo se tinta de colores,
Inspirado en su imagen, mi verso surge;
Sus labios de ambrosía, cual flores,
Me brindan su amor, casto y puro surge.
Su cabello fluye cual cascada olorosa,
Ondas de seda, suave y cautivadora;
Ojos que brillan, noche luminosa,
Donde mi alma encuentra su aurora.
Su piel, blanca y tersa, cual porcelana,
Refleja la luz del sol que ilumina;
Cada poro, un suspiro que emana,
Fragancia que embriaga y fascina.
Hoy, mi amor a ella se desborda,
Inunda mi ser, lo tiñe de colores;
Su presencia es llama que nunca se apaga,
Amor que engrandece, versos que ella acapara.