Pobre ave sin consuelo, su vuelo ya no es certero, buscando un nido siquiera donde encontrar su desvelo. Presa del viento y el hielo,
Daniel te vio, con ojos de profeta… Y tu voz oyó Moisés, en la zarza… Nosotros no te vemos, ni tu voz es… Pero sabemos que estás, en cada mo… Estás en el canto de los pájaros,
Escribo una redondilla, un verso corto y preciso, que en cuatro líneas nos pilla con su ritmo tan conciso. Con su rima consonante,
Mi alma te lega a mi ser, En un lazo eterno, sin fin. Mi corazón, un latido fiel, Te pertenece, hasta el final. Mis pensamientos, un vaivén,
Dame sabiduría, Señor, para entender tu palabra, para seguir tu camino y encontrar tu verdad. Dame sabiduría, Señor,
Tú eres para mí todo lo bello, que cielo, tierra y corazón siente… la atracción de estrellas en el de… que caen como lágrimas al presente… En tu mirada brilla el sol sereno,
Mi madre era una tromba en la llan… su paso levantaba polvo y sueños, un torbellino de fuerza y de ternu… un eco eterno en días pequeños. Su risa era un relámpago en la noc…
Oh majestuoso Machu Picchu, tesoro de nuestra historia ancestr… En lo alto de los Andes te alzas, con tu grandeza y misterio sin igu… Tus piedras milenarias guardan sec…
Dar es amar, prodigio sin medida, por cada gota un río que devuelve, en cada gesto, la vida encendida. Si das un poco, el mundo se conmue… el agua de tu mano crece y canta,
En la distancia que nos separa, donde los sueños se desvanecen, hay un amor que no se ampara, y dos almas que se estremecen. Cerca, lo suficiente para amar,
Lo que no ven los ojos, lo intangi… Es la esencia que mueve nuestro se… El amor, la fe, el tiempo imparabl… Son realidades que no podemos ver. Los sueños que nos hacen florecer,
He vuelto a la sombra del ayer Donde cantan las lágrimas de papel Ese eco del viento que suspira En la melancolía de una vida Paredes de susurros y sollozos
Y se nos irá la vida como agua entre los dedos, sin sentir otro rumor que el del llanto de los miedos. El reloj, cruel carcelero,
En el silencio de las horas, los granos de arena caen, testigos mudos del tiempo que huye… Cada instante, una gota de eternid… que se escurre entre los dedos.
Pon tu mano sobre el papel, deja que los dedos inventen un tra… Aquí, donde el río muerde la orill… donde el viento dibuja un remolino y los nombres se quedan en las pie…