Sufro por su silencio
sufro su lejania fria
sueño un calido abrazo inexistente
y escribo mi pena a su crudeza.
Ayer desconocida dama que de mis sentidos hoy se a adueñado
y con permiso ajeno a cojido las riendas de mi vida,
dejando un cuerpo inerte referido a mi persona.
Hoy vivo ajeno al giro insesante de un mundo
que ya no se extraña
aburrido de esta monotonia que no cambia.
Creo que esa dama se a enamorado de mi
comvirtiendo a la nada en todo lo que tengo.
Falsas quedan mis esperanzas de escapar
pues de su cercania nacio mi costumbre
de mi contumbre mi dependencia a ella
a ti mi tortura
a ti mi cruel amiga
a ti que la vida te a hecho mia
a ti mi unica compañia desde un tiempo a esta parte
siempre tu mi inseparable, soledad